Las personas empobrecidas y dolientes no caerán en el olvido - Ignacio Simal
Las personas empobrecidas y dolientes no caerán en el olvido - Ignacio Simal.
“El pobre no caerá para siempre en el olvido, ni se desvanecerá eternamente la esperanza del humilde” (Sal. 9:19 BTI)
Leía el salmo 9, y al llegar al verso que acabo de citar, vino a mi mente el título de una película española que hace tiempo vi junto a mi compañera. La película se titulaba, "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto", dirigida por Agustín Díaz Yanes.
Pues bien, como decía, leyendo el salmo vino a mi mente el mencionado título cinematográfico. Ya que de tejas abajo todo apunta a que la memoria de "los nadie", como los llama Eduardo Galeano, se esfumará como neblina bajo el calor del sol. Nadie hablará de ellos una vez que ha pasado el tiempo de su muerte, y sus sueños pasarán con ellos.
Sin embargo, la fe que profesamos, la fe en la persona y en las palabras de Jesús de Nazaret nos conducen a la esperanza cierta de que existe Alguien que no se olvida ni de "los nadie", ni de su sufrimiento, ni de sus sueños. Y ese es el Dios que nos dio a conocer Jesús de Nazaret. La memoria y la esperanza de los hombres y mujeres que visten de riguroso gris, y que sufren de una forma singular el Covid19, no se desvanecerá. Dios y ellos tendrán la última palabra en la historia a través del mundo nuevo que el Resucitado traerá. Entonces, sus esperanzas se harán realidad. Mientras eso no ocurre, nosotros seguiremos gritando sus nombres, sus sueños y seremos solidarios con ellos.
Soli Deo Gloria
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